El feng shui, (literalmente viento y agua):
Es un ancestral sistema chino de estética que pretende utilizar la doctrina taoísta para ayudar a mejorar la vida.
Originalmente era una forma de conocimiento que estudiaba los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima y los astros.
Fue prácticamente prohibido. Es así que los centros
actuales de difusión del feng shui no se encuentran en China, sino en Hong Kong, Taiwán y Malasia.
En la última década del siglo XX, con el auge de la Nueva era, se ha popularizado enormemente y su práctica y enseñanza se ha extendido por casi todo el mundo.
Se basa en la existencia de un aliento vital o chi cuyo flujo se ve modificado por la forma y disposición del espacio, las orientaciones (puntos cardinales) y los cambios temporales.
Algunas escuelas de feng shui
ponen el énfasis en el estudio de las formas: las montañas, los ríos,
la estructura de la vivienda o lugar de trabajo, la ubicación del baño,
cocina, habitación, y el resto de los espacios de la casa.
La forma de las montañas o el paisaje en general se describe sobre la
base de los llamados «guardianes celestiales»: el Dragón, el Tigre, la
Tortuga, el Fénix y la Serpiente.
Los cinco guardianes se disponen en forma de cruz; la Tortuga atrás, el
Fénix delante, el Dragón a la izquierda, el Tigre a la derecha y la
Serpiente en el Centro, es el más importante ya que representa como
referencia, a quien está dirigido todo el estudio.
La localización ideal
es aquella que tenga una Tortuga ubicada hacia el lado del que
provienen los vientos más intensos y agua en el lado opuesto (Fénix); ya
que el viento (feng) dispersa el chi mientras que el agua (shui)
lo acumula.
El geomante además debe encontrar al Dragón, una figura
mítica relacionada con el movimiento del agua y del viento (el Espíritu
del emplazamiento).
La niebla matinal, por ejemplo, representa el
aliento del Dragón: allí donde tarda más en dispersarse es donde las
condiciones para la acumulación del chi son mejores.
El estudio
se completa hallando las líneas llamadas «venas del Dragón» y ciertos
puntos especiales sobre estas venas llamados «el nido del Dragón».
Si bien la práctica popular del feng shui apela a ciertos objetos
como móviles, campanas, estatuas, Budas, dragones, tigres, bolas de
cristal, flautas chinas, bambúes, piedras, etc.
Yin y yang
La idea del yin yang es fundamental para el feng shui,
que es la idea de opuestos sin oposición. Son complementarios y se
necesitan mutuamente para existir. Los cambios constantes de interacción
de yin y yang da lugar a la infinita variedad de patrones de la vida.
Cada qi proveniente de distinto punto cardinal busca su opuesto para
encontrar armonía, por ende, el qi del sur busca el qi del norte para
equilibrarse; de la misma manera que el qi oriental busca el qi
occidental, y así sucesivamente.
COLORES EN EL FENG SHUI
Rojos: El rojo puede utilizarse para
atraer la atención o dirigir
el flujo del chi hacia donde
se quiera, por ejemplo, hacia
un rincón oscuro El rojo puro
debe utilizarse con
moderación, siempre en objetos
pequeños y nunca en
superficies grandes. Las
personas depresivas pueden
beneficiarse utilizando
objetos rojos (por ejemplo, un
despertador o un velador rojo
en la mesita de luz).
Deberíamos utilizar el rojo en
la vestimenta toda vez que
queramos llamar la
atención.
Colores de
la tierra o
terrosos: Son
adecuados para la sala de
estar y el dormitorio, ya que
conducen a la pasividad y al
descanso. También son
adecuados para lugares donde
habitan personas inestables
físicamente (por ejemplo,
ancianos) o personas muy
excitables, ya que transmiten
una sensación de apoyo firme y
de quietud. Cuando quieras
aparecer como una persona
sólida y confiable, utiliza en
tu vestimenta colores
terrosos, pero evítalos si
quieres aparecer como alguien
dinámico.
Amarillo: El amarillo es un color
magnífico para llevar alegría
a un ambiente, es excelente
para la cocina, especialmente
si la familia suele comer
allí, y también para el cuarto
de los niños. El amarillo en
la vestimenta, si armoniza con
nuestra
personalidad,
puede hacernos
resplandecer como la luz del
sol.
Blanco :El color de la pureza. El
fondo blanco hace resaltar a
los objetos y a las personas,
es adecuado para cuartos de
baño y dormitorios.
Azules: Aportan frescura y
tranquilidad, aptos
para
dormitorios en
climas cálidos
y oficinas.
Negro: Se utiliza para evocar un aire
de misterio y
sensualidad.
Verdes: Color neutral,
tiende a tranquilizar y es
adecuado para dormitorios,
estar, cuartos de baño,
habitaciones de niños
pequeños, lugares donde haya
que generar ideas nuevas y
creativas.
Naranjas: El color de
la
fusión, muy apropiado
para salas de estar.
Púrpura: El color de
la individualidad, para
jerarquizar oficinas y
estudios, el preferido de los
adolescentes.
Rosa: Está
comprobado que el color rosa
(para ser exactos, el color
del chicle globo clásico)
tiene un poderoso efecto
relajante. Una persona
emocionalmente alterada se
calma en diez minutos en una
habitación totalmente rosa, en
veinte minutos puede hasta
quedarse dormida. Utiliza el
color rosa en los lugares
destinados a la relajación y
el descanso.